Llegó al lunes de milagro, atrincherándose el domingo entre bocanadas de café. El viernes y el sábado discurrieron rápidos con la inercia natural de los días festivos, opulentos, sin memoria,…
Llegó al lunes de milagro, atrincherándose el domingo entre bocanadas de café. El viernes y el sábado discurrieron rápidos con la inercia natural de los días festivos, opulentos, sin memoria,…