Quinta entrega del serial hispalense, tras el radiofonista, el periodista, el escultor y las tortas de aceite. Toca historia medieval, de cómo la ciudad pasó de manos musulmanas al poder cristiano:
«Fernando III de Castilla y León tiene 47 años y un vigor que supera con mucho su salud, bastante maltrecha. Bajo su mandato la Reconquista prosigue a gran ritmo por tierras andaluzas. En esas circunstancias, cita en Jaén a todos sus prohombres para planear la campaña, como explica Carlos Ros en su libro Fernando III el Santo: “Reúne en Jaén a lo más granado de sus ricos hombres y capitanes y les propone el asedio. Los pareceres difieren. El maestre de Santiago, Pelay Correa, apoyado por los caballeros de su orden, aconseja ponerle sitio. Vencida la ciudad, todas las plazas secundarias se rendirían de inmediato. Otros prefieren conquistar primero la comarca, no dejar ninguna plaza fuerte a las espaldas, caminar paso a paso, con tala de contorno, para terminar con el asedio definitivo a la ciudad. Finalmente, prevaleció el parecer de Pelay Correa (…) Directamente hacia Sevilla”. Las circunstancias serían algo diferentes, el proceder también, pero la consigna fue el avance frontal hacia la capital».
En Jot Down Magazine, Sevillanas (V): El asedio de Fernando III
Comentar