El camino es incomprensiblemente largo,
e incomprensiblemente callado;
Largo porque exige extraviarse más allá del mapa,
porque requiere caminatas que exceden provisiones,
previsiones;
Callado porque devuelve un silencio impasible
por cada propuesta de charla,
por cada intentona de aliento,
de indulto;
El camino, por tanto, es incomprensible.
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