«Alguien que se va pudiendo prolongar legislatura es generalmente un osado, sobre todo en un país donde todo el mundo se atornilla a su asiento hasta las últimas consecuencias. El portero de París, París, París, que le saca una a Henry, una a Ljungberg y otra a Henry, merece más que cualquiera decidir a su antojo si se queda en casa o excursiona a donde sea».
En Perarnau Magazine, «Algunos hombres libres»
[Y anteriormente publicado, «Algunos hombres buenos»]
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