Sirva como propósito de enmienda:
«Contar andanzas deportivas es habitualmente como una procesión de primavera: gana quien más se adorna (…) Es un fenómeno de hinchazón literaria. En deporte, parece, una figura es un héroe, un triunfo es una hazaña y una remontada es un milagro. De paso, todo fenómeno es máximo, cuando no homérico, mortalmente relevante».
En Perarnau Magazine, «La tentación épica»
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